Termino de leer el libro de Enrico Letta titulado -La UE, última oportunidad- basado en el informe que le solicitó el Consejo de Europa y ahora leo este artículo que va en la misma línea, seguir potenciando la independencia de la UE con respecto a los EEUU y potenciar el Federalismo como proyecto político europeo. Saco la conclusión de que algo se está moviendo en Europa. Dicen que de las crisis o te hundes o sales fortalecido y parece que este es el mejor símil que podemos aplicar al momento en que vive la UE.
Letta plantea en su informe acabar con el derecho al veto que impide avanzar y sugiere implantar un sistema de mayorías. Plantea incluir en el mercado único a las energías, finanzas y telecomunicaciones que se quedaron fuera por ser materias sensibles para los países. Plantea reducir la burocracia que se produce por duplicidad de normativas al superponerse las nacionales con las europeas. Propone apoyar grandes corporaciones para poder competir con las Chinas y las de EEUU. Europa lidera la economía verde y la lucha por los efectos del cambio climático, también somos dependientes de la energía de los países que nos la suministran en un 60%, por eso es una necesidad seguir apostando por las energías renovables. Propone unir las capitales europeas a través de Ferrocarriles de Alta Velocidad. Plantea una Defensa y Seguridad Europa y como bien dice Habermas debemos aprovechar la oportunidad de aumentar los presupuestos militares para dedicarlos a la defensa europea al margen de EEUU ... Alemania está predestinada a liderar ese proceso.
Borrel, Letta y Hürner escriben un artículo que es toda una declaración de intenciones para la UE (resumen):
Ha llegado la hora de una Declaración de Independencia de la UE.
La seguridad, prosperidad y democracia del continente ya no pueden depender de la voluntad cambiante de Estados Unidos
La Unión Europea se enfrenta a desafíos sin precedentes en un momento en el que el orden multilateral basado en la ONU está bajo asedio. La estrategia de apaciguamiento hacia Donald Trump no está funcionando. Las concesiones no han reducido la imprevisibilidad ni la hostilidad de Trump. Al contrario, han profundizado la vulnerabilidad estratégica de Europa, han producido un plan de capitulación inaceptable para Ucrania y una declaración política de guerra a la UE en forma de Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, en la que se llama a un retorno a una Europa de naciones y se anuncia, en consecuencia, una alianza de Trump con las fuerzas políticas nacionalpopulistas del continente para conseguir tal fin.
Al igual que en 1950, debemos concentrarnos en un punto crítico: el establecimiento de una Defensa Común Europea respaldada por una unión política más fuerte. Solo una Europa más federal puede hacer frente a estos desafíos, garantizando el respeto de nuestros valores y derechos fundamentales, a menos que estemos dispuestos a aceptar a Trump como autoridad política mundial, en una asociación ambigua con Putin y Xi Jinping. Reconociendo la amenaza a la seguridad que afronta la UE y la abierta hostilidad de Trump, confirmada por la citada Estrategia de Seguridad Nacional, instamos a los Estados miembros en el Consejo Europeo a establecer una Defensa Común Europea, tal como prevé el artículo 42 del Tratado de la Unión Europea, lo que también puede hacerse mediante una nueva Cooperación Estructurada Permanente entre los Estados miembros dispuestos en caso de falta de unanimidad. Esto constituirá un Sistema de Defensa Europeo capaz de coordinar las fuerzas armadas nacionales en caso de agresión contra cualquier Estado miembro. Para ello se requiere un Centro de Mando y Control de la UE.
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