La forma de como acometer la crisis por parte de los Gobiernos ha condicionado los resultados de estas elecciones. El voto se fragmentó en la izquierda y se concentró en partidos ultraderechistas en los países del Norte de Europa. La ciudadanía ve a los partidos tradicionales como parte del problema por la desafección a la política y de una crisis para la cual se aplican recetas demasiado parecidas a pesar de los eslóganes y optan por partidos de carácter más radical. La composición del Parlamento Europeo no varía de su base ideológica y seguirá siendo el PPE (conservador) el que tenga mayoría (214 diputados/as frente a 191 de los socialdemocracia). La primera conclusión parece clara, los europeos del centro y norte de Europa apuestan por las políticas de austeridad que están ahogando económicamente a los países del sur. Y además crecen de forma alarmante los partidos xenófobos en un claro intento de culpabilizar al extranjero de los males de la crisis. En este sentido partidos
Blog de Carlos López Cortiñas