El independentismo catalán dan por hecho la amnistía, elevan sus exigencias y nos acercan a un nuevo periodo electoral. Se veía venir, Junqueras y Puigdemont, quieren aprovechar el momento de su fortaleza y de que ahora son imprescindibles para tensionar políticamente y seguir avanzando hacia el referéndum. Pero se pueden pasar de frenada y encontrarse con unas nuevas e inciertas elecciones, donde no está claro que vuelvan a ser imprescindibles y donde Illa pueda recoger el desgaste de este pulso que el independentismo le está echando al nuevo candidato. Creo que Pedro Sánchez no debe cambiar el discurso de favorecer la convivencia incluso a través de una amnistía que considero (?) que está amortizada y asumida por los votantes de izquierda, pero, eso sí, a cambio de renunciar el independentismo estos próximos cuatro años a la unilateralidad y al referéndum. No olvidemos que los 1500 independentistas (jefes de servicios de la administración, directores de centros educativos, alcaldes ...) que están pendientes de juicio están esperando la amnistía y pueden ser una fuerza de presión para favorecerla, sin olvidar a Puigdemont, veremos si aguanta o va de farol. No obstante, la estrategia del PSOE debe estar dirigida hacia unas nuevas elecciones, por si no queda otro remedio, no olvidemos que Puigdemont es un iluminado y que la competencia entre Junts y ERC complica los acuerdos ... esperemos a que Pedro Sánchez vuelva a conseguir lo que parece imposible y así seguir avanzando socialmente y también territorialmente en base a los consensos conseguidos ... pero sino es así, no queda otra que votar para regocijo del PP y de aquellos que no saben medir sus posibilidades en la mesa de negociación.
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