Esta vez no se han equivocado las encuestas previas y el PP consigue la mayor representación de su historia y el PSOE recibe la mayor derrota también de la historia de la democracia. El PP consigue aumentar cerca de 400.000 votos (con 10.430.000) manteniendo su sólido suelo electoral y el PSOE consigue 4.5 millones menos de votos (6.715.000) perdiendo casi la mitad de su apoyo electoral.
Las políticas neoliberales en economía del último año quebraron su apoyo social que fue a parar en gran medida a los partidos de izquierda, del centro izquierda y a la abstención, y no al PP de forma significativa.
La nueva y necesaria dirección del PSOE que salga del futuro Congreso tiene ya los deberes marcados, que nos son otros que restaurar la confianza del electorado pérdido en base a un discurso netamente socialdemócra y devolver el optimismo y las ganas de lucha a una militancia desgastada después de la confrontación electoral. Y además no hay tiempo que perder. Estas elecciones han roto con el bipartidismo y han ensalzado el "unipartidismo" quedando en alza partidos como UPyD ó IU en el ámbito estatal que dentro de 4 años si el PSOE no reacciona pueden seguir acortando las distancias ´consolidándose un partido en la derecha y varios en el ámbito del centro izquierda. Si la coordinación política se produce en el Parlamento para hacer frente a la "previsible política de recortes ?" en materia de derechos humanas o restricción de derechos sociales, no sería alarmante. Pero si las políticas desarrolladas por los partidos opositores remarcan el caracter sectario de cada uno de los partidos el problema se agudizará.
Otro de los elementos clave para reforzar la confianza en la militancia es apoyar al país ( y por tanto al partido en el Gobierno) en temas de interés general, pero no entreguismo sin más con el discurso de que estamos pasando por una crisis económica. La base social no puede olvidar la oposición que el PP hizo con el el Gobierno socialista en momentos delicados. La deslealtad del PP con el Gobierno de Zapatero fue una constante de Rajoy en temas como el terrorismo y en las propuestas de salida de la crisis. El PSOE tiene que buscar los votos en su base social natural y no en los caladeros de la derecha. No podemos olvidar que el PP mantuvo su base social (apenas la aumentó) y que al PSOE se le escaparon los votos por la izquierda.
Dudas que surgen con el Gobierno del PP:
- ¿Qué pasará con el diálogo social?.
- ¿Seguirán atacando al movimiento sindical?.
- ¿Dividirán a la comunidad educativa con una nueva ley educativa?
- ¿Cómo realizarán la política territorial, con un Amaiur y una CiU al alza?.
- ¿Hasta dónde llevarán los recortes en educación, sanidad y dependencia, que en este tema el propio Rajoy mantuvo replantearse?.
- ¿Recortará derechos a los trabajadores modificando la negociación colectiva?.
- ¿Ajustará las cuentas del estado rebajando el sueldo a los funcionarios?.
- ¿...?.
Las políticas neoliberales en economía del último año quebraron su apoyo social que fue a parar en gran medida a los partidos de izquierda, del centro izquierda y a la abstención, y no al PP de forma significativa.
La nueva y necesaria dirección del PSOE que salga del futuro Congreso tiene ya los deberes marcados, que nos son otros que restaurar la confianza del electorado pérdido en base a un discurso netamente socialdemócra y devolver el optimismo y las ganas de lucha a una militancia desgastada después de la confrontación electoral. Y además no hay tiempo que perder. Estas elecciones han roto con el bipartidismo y han ensalzado el "unipartidismo" quedando en alza partidos como UPyD ó IU en el ámbito estatal que dentro de 4 años si el PSOE no reacciona pueden seguir acortando las distancias ´consolidándose un partido en la derecha y varios en el ámbito del centro izquierda. Si la coordinación política se produce en el Parlamento para hacer frente a la "previsible política de recortes ?" en materia de derechos humanas o restricción de derechos sociales, no sería alarmante. Pero si las políticas desarrolladas por los partidos opositores remarcan el caracter sectario de cada uno de los partidos el problema se agudizará.
Otro de los elementos clave para reforzar la confianza en la militancia es apoyar al país ( y por tanto al partido en el Gobierno) en temas de interés general, pero no entreguismo sin más con el discurso de que estamos pasando por una crisis económica. La base social no puede olvidar la oposición que el PP hizo con el el Gobierno socialista en momentos delicados. La deslealtad del PP con el Gobierno de Zapatero fue una constante de Rajoy en temas como el terrorismo y en las propuestas de salida de la crisis. El PSOE tiene que buscar los votos en su base social natural y no en los caladeros de la derecha. No podemos olvidar que el PP mantuvo su base social (apenas la aumentó) y que al PSOE se le escaparon los votos por la izquierda.
Dudas que surgen con el Gobierno del PP:
- ¿Qué pasará con el diálogo social?.
- ¿Seguirán atacando al movimiento sindical?.
- ¿Dividirán a la comunidad educativa con una nueva ley educativa?
- ¿Cómo realizarán la política territorial, con un Amaiur y una CiU al alza?.
- ¿Hasta dónde llevarán los recortes en educación, sanidad y dependencia, que en este tema el propio Rajoy mantuvo replantearse?.
- ¿Recortará derechos a los trabajadores modificando la negociación colectiva?.
- ¿Ajustará las cuentas del estado rebajando el sueldo a los funcionarios?.
- ¿...?.
Creo que conocemos la respuesta a la mayoría de los interrogantes, el PP no acaba de desembarcar en la escena política, no harán recortes pero sí ajustes sociales, en sanidad, en educación. Se les pone la carne de gallina con las leyes socialistas de educación y la asignatura de ciudadanía. Y por dar otra evidencia: las damas de Rajoy ya hemos visto cómo las gastan con los sindicalistas.
ResponderEliminarEstá claro lo que van a hacer.
ResponderEliminarLo que hace falta es una respuesta clara y contundente desde la izquierda (si sumamos los votantes de izquierdas somos más).
La izquierda debe estar más coordinada, más unida y menos interesada en intereses partidistas: nos va la vida en ello...