A dos meses de unas elecciones, el Gobierno sigue con su obsesión –absurda-de atacar los derechos adquiridos por el profesorado en este país. Ahora le toca el turno a la jubilación anticipada. Parece no servir de nada la experiencia de otros países de la UE que mantienen sus jubilaciones anticipadas, ni el hecho de que un alto índice de bajas del colectivo sean provocadas por el estrés.
Soy de los que piensan que todos tendríamos que estar en el Régimen General de la Seguridad Social, pero este paso debería darse sin condiciones, lo que supondría un varapalo para las arcas del Estado ya que cada pensionista debería cobrar entre 200 y 350 euros más al mes y, además deberían aplicarnos la jubilación parcial a partir de los 61 años. Si no pueden incorporar a los 900.000 funcionarios que pertenecemos a las clases pasivas, lo más lógico es que éstas se mantengan hasta que la situación del país permita su integración en el Régimen General. Así evitarían meterse en más charcos.
Soy de los que piensan que todos tendríamos que estar en el Régimen General de la Seguridad Social, pero este paso debería darse sin condiciones, lo que supondría un varapalo para las arcas del Estado ya que cada pensionista debería cobrar entre 200 y 350 euros más al mes y, además deberían aplicarnos la jubilación parcial a partir de los 61 años. Si no pueden incorporar a los 900.000 funcionarios que pertenecemos a las clases pasivas, lo más lógico es que éstas se mantengan hasta que la situación del país permita su integración en el Régimen General. Así evitarían meterse en más charcos.
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