Ha sido decepcionante comprobar cómo gran parte de las políticas progresistas puestas en marcha por el Gobierno a lo largo de estos años, se han derrumbado en escasos cinco minutos de comparecencia del Presidente del Gobierno, tiempo suficiente, para presentar las 9 medidas con las que se pretende ajustar la economía.
Tras un largo periodo de dádivas indiscriminadas, los funcionarios y los pensionistas, serán los primeros en verse obligados a apretarse el cinturón. Se congelarán las pensiones de los segundos y se reducirán los salarios de los primeros ¡Y nos echábamos las manos a la cabeza con las congelaciones que habíamos sufrido tiempo atrás!; y digo que serán los primeros, porque esto puede derivar, y probablemente lo hará en una caída en cascada, el efecto mariposa: se reduce el consumo, los autónomos se ven afectados, las pequeñas y medianas empresas también y así un largo etcétera.
Parece que pagarán los platos rotos los de siempre. Nosotros, como sindicato, como representantes de los trabajadores no podemos quedarnos cruzados de brazos ante estas actuaciones, que además, suponen la ruptura de los acuerdos firmados entre Gobierno y sindicatos para recuperar el poder adquisitivo que los empleados públicos habían perdido. No podemos quedarnos de brazos cruzados y no lo haremos.
Estaríamos dispuestos a ser solidarios, en la proporción justa, siempre y cuando se tomen medidas ejemplarizantes como la reforma fiscal y los impuestos a las ganancias bancarias
Tras un largo periodo de dádivas indiscriminadas, los funcionarios y los pensionistas, serán los primeros en verse obligados a apretarse el cinturón. Se congelarán las pensiones de los segundos y se reducirán los salarios de los primeros ¡Y nos echábamos las manos a la cabeza con las congelaciones que habíamos sufrido tiempo atrás!; y digo que serán los primeros, porque esto puede derivar, y probablemente lo hará en una caída en cascada, el efecto mariposa: se reduce el consumo, los autónomos se ven afectados, las pequeñas y medianas empresas también y así un largo etcétera.
Parece que pagarán los platos rotos los de siempre. Nosotros, como sindicato, como representantes de los trabajadores no podemos quedarnos cruzados de brazos ante estas actuaciones, que además, suponen la ruptura de los acuerdos firmados entre Gobierno y sindicatos para recuperar el poder adquisitivo que los empleados públicos habían perdido. No podemos quedarnos de brazos cruzados y no lo haremos.
Estaríamos dispuestos a ser solidarios, en la proporción justa, siempre y cuando se tomen medidas ejemplarizantes como la reforma fiscal y los impuestos a las ganancias bancarias
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