El sistema educativo español tiene una serie de problemas estructurales que nos hacen diferentes a los países de nuestro entorno, a los problemas conocidos del abandono escolar temprano y al necesario empuje de la FP y su relación con el mundo laboral, hay que añadir la proliferación de los colegios guetos con alumnado desfavorecido económicamente. Un informe de la ONG Save the Children analiza la situación de 64 países (25 de ellos pertenecen a la OCDE) pone de manifiesto que España es el que más segrega a los alumnos después de Turquía y Lituania. Esta segregación escolar genera que los alumnos con problemas económicos se concentren en los mismos centros y vean mermadas sus posibilidades de relacionarse con niños de otros estratos sociales, lo que deriva en sociedades menos inclusivas, menos integradoras y más propicias a la desestabilización. Varias Comunidades tiran del resto para que, en conjunto, España obtenga estos nefastos resultados que manifiesta el informe, y, entre ellas, cabe destacar a Madrid. Si la considerásemos un país, sólo estaría detrás de Turquía en el ranking entre los países que más centros guetos tienen. Madrid lidera ese ranking y las Comunidades de Aragón, La Rioja y Cantabria los más bajos similares a países como Canadá o Noruega.
Los responsables del informe apuntan varios problemas de la educación de nuestro país que confirman estos datos. Entre ellos destaca las políticas educativas, en general, que juegan un papel esencial en la segregación escolar así como la permisividad en diferentes momentos de las leyes básicas en materia educativa que no impiden a los gobiernos autonómicos la segregación. Según el informe influyen aspectos como la financiación de los centros, las cuotas de los centros concertados, los baremos para elegir centro, los procesos de escolarización que favorecen la segregación por razones económicas.
Los responsables de trabajo explican que lo primero es que el debate público está pervertido. "Creemos que en el debate que se está teniendo sobre la libertad hay que compatibilizar dos ideas: se habla de la libertad de elección de centro, un derecho reconocido, pero también debe hablarse de la libertad que da a niños y niñas tener las mismas posibilidades de elegir qué van a hacer con su vida", argumenta. Libertad de elección de centro, sí, dicen Ferrer y Gortazar. Libertad de elegir uno mismo y que la vida no elija por uno porque no ha tenido las mismas oportunidades debido a que el sistema educativo, teórico garante de ello, no ejerce, también.
Los autores del informe no se quedan en denunciar el hecho, sino que aportan ideas para que en los próximos años se pueda corregir esta tendencia. En este sentido proponen aumentar la discriminación positiva a grupos socioeconómicos en la admisión, revisar la financiación de los centros concertados para impedir por ley las cuotas segregadoras así como impedir por ley el cobro de cuotas en los centros que están sostenidos por fondos públicos, y mejorar la oferta escolar de los centros públicos.
El informe aclara que con respecto a la "libertad de elección de centro" hay que compatibilizar dos conceptos: la libertad de elección es un derecho reconocido por la legislación, pero también debe hablarse de la libertad que da al alumnado tener las mismas posibilidades de elegir que van a hacer con su vida. Las familias con menor nivel socioeconómico o de origen extranjero tienen menos accesos a la información porque su red social es menor. Además a estas familias es determinante a la hora de elegir, las cuotas, y el transporte escolar.
***Informe elaborado por la ONG Save the Children y el Centro de Estudios EsadeEcPol***
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