La polarización ideológica de la vida política y su traslación a la sociedad, y en concreto a la comunidad educativa, hace inviable la negociación y el consenso necesario para pactar los problemas que arrastramos desde la transición. Y que cada cuatros años en los procesos electorales se cambian dependiendo que partido gane las elecciones. Es un problema complejo que nos diferencia del resto de países ya que por un lado arrastramos nuestra propia historia educativa y por otro existe en nuestro país un loby de presión muy arraigado socialmente y muy potente que no aparece ni juega ese papel de loby en el resto de países, me refiero a la jerarquía de la Iglesia. Si analizamos las reivindicaciones de las movilizaciones apoyadas por la Iglesia a través de las patronales del sector de la concertada y parte del movimiento social y sindical asentado en ese sector, quizás vayamos encontrando las respuestas que dan título a este texto. Parece que para conseguir el ansiado pacto educativo y...
Blog de Carlos López Cortiñas