En política no sólo es necesario tener las ideas claras sino la mente abierta para poder generar puentes que nos acerquen a los pactos y a los acuerdos. Las cerrazones mentales nos conducen al frentismo con los adversarios e, incluso, a la incomprensión con muchos de los cercanos ideológicamente. Normalmente leemos artículos donde se ensalzan las posiciones políticas que tienden puentes a otras opciones, que no se enquistan en sus posiciones ideológicas y son capaces de ceder en sus pretensiones para buscar puntos de encuentro con el adversario y solucionar los problemas que dividen a la sociedad. Pero al mismo tiempo leemos, incluso en aquellos que valoran estas cualidades, que no se puede ceder ante partidos que mantienen posiciones diferentes y mucho menos ante los que tienen su opción en postulados independentistas. ¿En qué quedamos, hay que pactar o no?, ¿la política, no es hacer lo posible para mejorar la vida de la ciudadanía y resolver sus p...
Blog de Carlos López Cortiñas