Pedro ha conseguido cambiar la cultura socialista de modelo de partido que habían instaurado Felipe, Zapatero y Rubalcaba, que consistía en repartir el poder orgánico entre los barones territoriales; ha tocado también temas muy sensibles para una parte importante del socialismo, como es abogar por la plurinacionalidad del Estado. Sólo por estos dos hechos Pedro no lo tendrá fácil ni interna (la actitud de determinadas delegaciones, sobre todo la andaluza, en el Congreso así lo demuestra), ni externamente, seguro que los medios de comunicación contrarios a Pedro y ahí parece que no tiene muchos amigos y lobys de la derecha empezarán a considerarlo como un izquierdista peligroso. Por no recordar las dificultades en los procesos congresuales autonómicos, que en muchos casos serán complicados y con enfrentamiento, o dicho de otra forma, habrá confrontación entre los partidarios de los barones de turno y los de Pedro. Si bien, en el pasado el PSOE partió de una posi...
Blog de Carlos López Cortiñas