El Congreso que celebramos en Madrid del 9 al 12 de Marzo responde a ese concepto de "histórico" que a veces denominamos a los eventos que queremos sobresalir de los acontecimientos normales. Y lo es por tres razones: Porque tenemos que elegir entre tres candidatos (y no es lo normal); porque reestructura a la UGT en tres Federaciones (será otra UGT); y porque se va a producie el relevo en la Sª General después de 22 años (y ya no se volverá a producir una situación similar por la limitación de mandatos).
El Congreso extraordinario de la FETE, celebrado en este proceso congresual, tampoco fue un Congreso más. En toda la historia de nuestra Federación (desde 1931) nunca nos hemos visto abocados por una Resolución de la UGT que nos obliga a disolvernos como Federación y constituir una nueva con los compañeros de la FSP. El Congreso fue muy crítico con la CEC que nos llevó a esta situación. Ni entendemos, ni compartimos el proceso de constituir exclusivamente tres Federaciones y mucho menos cuando la Organización a través de un proceso voluntario de fusiones llegó a reducir a seis. Seguimos pensando que esas macro-estructuras federativas se convertirán en estructuras más políticas que sindicales; se perderá calidad democrática al centralizar el poder de decisión en pocas personas y si los sectores no tienen la suficiente autonomía y financiación nos alejaremos de los centros de trabajo. No nos queda otro remedio que aceptar por imposición democrática el modelo, por ello nos hemos puesto a trabajar junto a la FSP para firmar un acuerdo, refrendado por los Congresos de ambas federaciones para que la constitución de la nueva Federación garantice a la educación: además de la financiación y la autonomía sufciente para desarrollar la acción sindical, el mantenimiento de las siglas "FETE" por un compromiso y su peso histórico.
En la gestión que nos presenta a los delegados/as la CEC me llama la atención que no haya una línea de autocrítica con todas las irregularidades que hemos tenido que sufrir y que sirvieron de carnaza para que nos machacaran mediaticamente. Debemos asumir y la CEC la primera que las alarmas de la Organización han fracasado y que los tiempos de reacción no fueron los que la sociedad y la afiliación nos exigían. A veces se producen "actuaciones" y "culturas relacionadas con el gasto" que eran conocidas o bien gestiones económicas que no estaban avaladas en ingresos estables y que nos llevaron a agujeros económicos que la CEC era conocedora.
En los últimos acontecimientos políticos que se están desarrollando, sobre todo a raiz de la imposibilidad de Pedro Sanchez de formar Gobierno, la CEC está opinando de forma clara y meridiana, cuando lo aconsejable a las puertas del Congreso sería mantener una actitud de prudencia y esperar a la configuración del nuevo equipo de dirección.. El Sº Gª después de presentarnos un trabajo crítico con el documento elaborado por PSOE y C'S aboga por la formación de un Gobierno tripartito. Creo que el documento, siendo aprovechable políticamente, deja mucho que desear en materias nitidamente sindicales (reforma laboral, salarios, ...) y por tanto el posicionamiento del SºGª arrastra a toda la organización. También considero inoportunas las declaraciones de recordar lo obvio, en clave congresual, al abogar por mantener unida a España o por mantener la caja única de la seguridad social. La UGT en su Comité ya debatió en su tiempo la estruturación del Estado y defendió, a través de una Resolución, la necesidad de modificar la Constitución para cerrar el ciclo de las Autonomías y plantear la necesidad de avanzar hacia un modelo Federal con una caja única de la seguridad social.
La gestión de Cándido Mendez, después de 22 años tuvo sombras y luces y quizás le sobraron los últimos años, pero merece reconocerse el trabajo que ha realizado por estas siglas.
El Congreso extraordinario de la FETE, celebrado en este proceso congresual, tampoco fue un Congreso más. En toda la historia de nuestra Federación (desde 1931) nunca nos hemos visto abocados por una Resolución de la UGT que nos obliga a disolvernos como Federación y constituir una nueva con los compañeros de la FSP. El Congreso fue muy crítico con la CEC que nos llevó a esta situación. Ni entendemos, ni compartimos el proceso de constituir exclusivamente tres Federaciones y mucho menos cuando la Organización a través de un proceso voluntario de fusiones llegó a reducir a seis. Seguimos pensando que esas macro-estructuras federativas se convertirán en estructuras más políticas que sindicales; se perderá calidad democrática al centralizar el poder de decisión en pocas personas y si los sectores no tienen la suficiente autonomía y financiación nos alejaremos de los centros de trabajo. No nos queda otro remedio que aceptar por imposición democrática el modelo, por ello nos hemos puesto a trabajar junto a la FSP para firmar un acuerdo, refrendado por los Congresos de ambas federaciones para que la constitución de la nueva Federación garantice a la educación: además de la financiación y la autonomía sufciente para desarrollar la acción sindical, el mantenimiento de las siglas "FETE" por un compromiso y su peso histórico.
En la gestión que nos presenta a los delegados/as la CEC me llama la atención que no haya una línea de autocrítica con todas las irregularidades que hemos tenido que sufrir y que sirvieron de carnaza para que nos machacaran mediaticamente. Debemos asumir y la CEC la primera que las alarmas de la Organización han fracasado y que los tiempos de reacción no fueron los que la sociedad y la afiliación nos exigían. A veces se producen "actuaciones" y "culturas relacionadas con el gasto" que eran conocidas o bien gestiones económicas que no estaban avaladas en ingresos estables y que nos llevaron a agujeros económicos que la CEC era conocedora.
En los últimos acontecimientos políticos que se están desarrollando, sobre todo a raiz de la imposibilidad de Pedro Sanchez de formar Gobierno, la CEC está opinando de forma clara y meridiana, cuando lo aconsejable a las puertas del Congreso sería mantener una actitud de prudencia y esperar a la configuración del nuevo equipo de dirección.. El Sº Gª después de presentarnos un trabajo crítico con el documento elaborado por PSOE y C'S aboga por la formación de un Gobierno tripartito. Creo que el documento, siendo aprovechable políticamente, deja mucho que desear en materias nitidamente sindicales (reforma laboral, salarios, ...) y por tanto el posicionamiento del SºGª arrastra a toda la organización. También considero inoportunas las declaraciones de recordar lo obvio, en clave congresual, al abogar por mantener unida a España o por mantener la caja única de la seguridad social. La UGT en su Comité ya debatió en su tiempo la estruturación del Estado y defendió, a través de una Resolución, la necesidad de modificar la Constitución para cerrar el ciclo de las Autonomías y plantear la necesidad de avanzar hacia un modelo Federal con una caja única de la seguridad social.
La gestión de Cándido Mendez, después de 22 años tuvo sombras y luces y quizás le sobraron los últimos años, pero merece reconocerse el trabajo que ha realizado por estas siglas.
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