Parece que después de la visita de Rajoy a la Casa Blanca y el repunte en las exportaciones, se ha generado un cierto optimismo en sectores cercanos al Gobierno, que no se reflejan en las encuestas y que los ciudadan@s mantienen su incredulidad.
La realidad es que se está empeorando las condiciones de vida a límites insospechados hace unos años. Se sigue destruyendo empleo y el paro en la juventud (en el tramo 18-25 años) es del 54% con el peligro de convertirse en una generación pérdida. Curiosamente este tramo de edad es el más solicitado por los países europeos por su alta cualificación profesional, lo que dice mucho de nuestro sistema educativo a pesar de las críticas interesadas que padece. La reforma de las pensiones al margen del consenso que había generado el "pacto de Toledo" y que supone, a través de un nuevo cálculo, la afectación no sólo de los pensionistas presentes sino de los futuros que verán mermado su poder adquisitivo. El intento de privatización de los servicios sanitarios y la nueva ley educativa suponen una ruptura con los postulados de consenso que aún perduraban desde la transición.
Según la Oficina Estadística de Europa, España se encuentra por debajo de la media de renta de los 28 países europeos. Un dato preocupante lo demuestra: el 28 % de la población se encuentra en riesgo de pobreza, en el año 2007 era un 23 %. Y otro dato ahonda en esta tesis, según Eurostat (evolución del índice de costes salariales), los salarios están aumentando en Europa en un 1,6 % mientras que en nuestro país caen en un 0,7 %, esto se traduce en una contención del gasto familiar y por tanto de un relevante frenazo de la demanda interna.
La negociación colectiva, que había sido en los años anteriores un buen instrumento de redistribución de la renta, en estos momentos está siendo devaluada y atacada, en espera por parte empresarial que los convenios dejen de ser vigentes para que sea el Estatuto de los Trabajadores el que imponga las reglas, o bien llegar a las relaciones bilaterales con los trabajador@s y romper el marco de negociación colectiva. El 57 % de los trabajador@s está sin el amparo de un convenio colectivo.
El repunte de las exportaciones se produce como consecuencia de una mayor reducción de las importaciones. Además nuestras exportaciones se basan en los servicios, en concreto en el sector turístico, y por tanto son empresas dónde el "valor añadido" no tiene peso significativo. El tan reivindicado cambio del modelo productivo en base a un potente IDI, la necesidad de diseñar un plan de industrialización y el diseño de un modelo energético eficaz y sostenible, no se reflejan en los Presupuestos Generales del Estado para el 2014, como tampoco se reflejan medidas para reactivar la economía que no estén basadas en la devaluación salarial, en la precariedad laboral y en la falta de inversiones. Quieren hacer a las empresas españolas competitivas utilizando las mismas estrategias que utilizan las empresas asiáticas y del magreb: abaratar el producto a costa de los trabajador@s.
De la crisis saldremos, ¿pero cómo?
La realidad es que se está empeorando las condiciones de vida a límites insospechados hace unos años. Se sigue destruyendo empleo y el paro en la juventud (en el tramo 18-25 años) es del 54% con el peligro de convertirse en una generación pérdida. Curiosamente este tramo de edad es el más solicitado por los países europeos por su alta cualificación profesional, lo que dice mucho de nuestro sistema educativo a pesar de las críticas interesadas que padece. La reforma de las pensiones al margen del consenso que había generado el "pacto de Toledo" y que supone, a través de un nuevo cálculo, la afectación no sólo de los pensionistas presentes sino de los futuros que verán mermado su poder adquisitivo. El intento de privatización de los servicios sanitarios y la nueva ley educativa suponen una ruptura con los postulados de consenso que aún perduraban desde la transición.
Según la Oficina Estadística de Europa, España se encuentra por debajo de la media de renta de los 28 países europeos. Un dato preocupante lo demuestra: el 28 % de la población se encuentra en riesgo de pobreza, en el año 2007 era un 23 %. Y otro dato ahonda en esta tesis, según Eurostat (evolución del índice de costes salariales), los salarios están aumentando en Europa en un 1,6 % mientras que en nuestro país caen en un 0,7 %, esto se traduce en una contención del gasto familiar y por tanto de un relevante frenazo de la demanda interna.
La negociación colectiva, que había sido en los años anteriores un buen instrumento de redistribución de la renta, en estos momentos está siendo devaluada y atacada, en espera por parte empresarial que los convenios dejen de ser vigentes para que sea el Estatuto de los Trabajadores el que imponga las reglas, o bien llegar a las relaciones bilaterales con los trabajador@s y romper el marco de negociación colectiva. El 57 % de los trabajador@s está sin el amparo de un convenio colectivo.
El repunte de las exportaciones se produce como consecuencia de una mayor reducción de las importaciones. Además nuestras exportaciones se basan en los servicios, en concreto en el sector turístico, y por tanto son empresas dónde el "valor añadido" no tiene peso significativo. El tan reivindicado cambio del modelo productivo en base a un potente IDI, la necesidad de diseñar un plan de industrialización y el diseño de un modelo energético eficaz y sostenible, no se reflejan en los Presupuestos Generales del Estado para el 2014, como tampoco se reflejan medidas para reactivar la economía que no estén basadas en la devaluación salarial, en la precariedad laboral y en la falta de inversiones. Quieren hacer a las empresas españolas competitivas utilizando las mismas estrategias que utilizan las empresas asiáticas y del magreb: abaratar el producto a costa de los trabajador@s.
De la crisis saldremos, ¿pero cómo?
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